¿Planeación Fiscal o Fraude? Los peligros de usar a tu familia en RESICO para pagar menos impuestos al SAT.
¿Planeación Fiscal o Fraude?
Los peligros de usar a tu familia en RESICO para pagar menos impuestos al SAT.
Como abogados fiscalistas, una de nuestras misiones es ayudar a los empresarios a navegar el complejo sistema tributario mexicano. Entendemos perfectamente el deseo de optimizar la carga fiscal y hacer más eficiente un negocio. Sin embargo, existe una línea muy delgada entre una estrategia fiscal legítima y un esquema que puede tener consecuencias devastadoras.
Recientemente, hemos notado un aumento en consultas sobre una “estrategia” que, a primera vista, parece ingeniosa para muchos: utilizar el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO) a través de familiares para reducir drásticamente el pago de Impuesto Sobre la Renta (ISR).
El esquema propuesto suele ser el siguiente:
- Un empresario exitoso, con ingresos anuales superiores a los 5 millones de pesos, percibe que su tasa de ISR en el régimen general es muy alta.
- Propone dar de alta a su cónyuge, hijos o padres en RESICO.
- Fragmenta su facturación: una parte la sigue emitiendo su empresa, pero otra porción significativa la facturan directamente sus familiares desde sus cuentas de RESICO a los clientes finales.
- Los familiares, quienes no realizan ninguna actividad empresarial real, simplemente actúan como intermediarios para emitir facturas y recibir el dinero, que luego regresa al control del empresario principal.
Suena demasiado bueno para ser verdad, ¿cierto? Lo es. En este análisis exhaustivo, desglosaremos por qué esta idea no solo es inviable, sino que constituye una ruta directa hacia problemas fiscales, financieros y penales de gran magnitud.
1. La Barrera de Entrada: ¿Por Qué el Esquema Falla Desde el Inicio?
El RESICO fue diseñado para pequeños contribuyentes, y la ley establece candados muy claros para evitar su uso indebido. Aquí es donde la estrategia colapsa en su primer paso.
La Ley del ISR (artículo 113-E) prohíbe explícitamente que tributen en RESICO las personas físicas que:
- Sean socios, accionistas o integrantes de personas morales.
- Sean partes relacionadas.
- Tengan control o administración de otra sociedad.
En el esquema planteado, los familiares son, sin lugar a dudas, “partes relacionadas” del dueño del negocio. Existe una clara relación de consanguinidad y, más importante aún, el empresario principal ejerce “control efectivo” sobre las “actividades” de sus familiares. Él decide cuándo, a quién y por cuánto facturan. No hay independencia. Solo por este hecho, la autoridad fiscal (SAT) tiene todos los elementos para determinar que los familiares nunca fueron elegibles para tributar en RESICO y que su inscripción fue indebida.
2. El Ojo Crítico del SAT: Razón de Negocios y Simulación de Actos
Supongamos que, de alguna manera, se logra el registro. Aquí es donde entran en juego las herramientas más poderosas del SAT para combatir la evasión fiscal.
Falta de Razón de Negocios (Artículo 5-A del CFF)
El SAT tiene la facultad de analizar el fondo de cualquier operación y preguntarse: ¿esta transacción se hizo por una razón económica válida o solo para obtener un beneficio fiscal?
En este caso, la respuesta es obvia:
- ¿Cuál es el beneficio económico para el negocio de que un familiar facture una parte de las ventas? Ninguno. De hecho, complica la operación.
- ¿Los familiares están aportando un valor real, prestando un servicio o vendiendo un producto? No, solo emiten una factura.
- El único beneficio tangible y cuantificable es la reducción de impuestos.
Al carecer de una “razón de negocios”, el SAT tiene la plena facultad de recaracterizar la operación. Esto significa que desconocerá las facturas emitidas por los familiares y considerará que el 100% del ingreso fue generado y debió ser facturado por el contribuyente original.
Simulación de Actos Jurídicos (Artículo 109 del CFF)
Este es el terreno más peligroso. El Código Fiscal de la Federación (CFF) es brutalmente claro: simular un acto o contrato para obtener un beneficio fiscal indebido se considera un delito equiparable a la defraudación fiscal.
El esquema propuesto es un ejemplo de libro de texto de simulación. Se está creando una ficción legal (los familiares como “proveedores de servicios” o “vendedores”) para ocultar la verdadera naturaleza de la operación (el empresario es el único que genera el ingreso).
Las consecuencias de esto no son solo multas; estamos hablando de un proceso penal que puede llevar a penas de prisión tanto para el autor intelectual (el dueño del negocio) como para los partícipes (los familiares).
3. Las Consecuencias: Un Efecto Dominó de Deudas y Riesgos
Analicemos el impacto financiero y legal para cada una de las partes si el SAT detecta este esquema.
Los problemas no terminan con la autoridad fiscal. Este tipo de estructuras abre la puerta a otros peligros graves:
- Riesgo de Lavado de Dinero (PLD): Mover dinero a través de cuentas de terceros que no generaron legítimamente el recurso es una señal de alerta inmediata para la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). La estructura podría ser investigada bajo la Ley Antilavado por ocultar al verdadero beneficiario de los fondos.
- Conflictos Familiares y Legales: ¿Qué sucede si un hijo decide que el dinero en su cuenta es suyo y se niega a devolverlo? ¿Qué pasa si un cónyuge se divorcia y reclama la mitad de la “empresa” que está a su nombre? ¿Y en caso de un fallecimiento? Este esquema crea pesadillas legales y puede destruir relaciones familiares.
Conclusión: El Único Camino es el Correcto
La estrategia de fragmentar la facturación a través de familiares en RESICO no es una planeación fiscal; es un esquema de defraudación. Es una estructura frágil, transparente para la autoridad y con consecuencias que pueden llevar a la quiebra del negocio y a la pérdida de la libertad y el patrimonio de todos los involucrados.
¿Existen formas legítimas de optimizar la carga fiscal? Por supuesto. Un negocio con ingresos significativos puede y debe explorar vías legales como:
- Una correcta aplicación de deducciones autorizadas.
- El aprovechamiento de estímulos fiscales sectoriales o regionales.
- Una estructuración corporativa adecuada que optimice el flujo de recursos.
- Planes de reinversión de utilidades.
- Estrategias de previsión social para empleados y directivos.
Estas son estrategias sostenibles, legales y que fortalecen el negocio a largo plazo, en lugar de exponerlo a un riesgo catastrófico. Antes de considerar atajos que parecen demasiado buenos para ser verdad, acérquese a un especialista. La mejor inversión para su tranquilidad y la de su familia es una asesoría fiscal profesional y ética.
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